Parador de Argómaniz

Cerca de casa no podia falta una escapada a este palacio, pero la primera vez que lo visite no pude alojarme por diversos motivos pero el que la persigue la consigue y me alojé como tiene que ser.

Lo que más me gustó es su comedor en lo alto del edificio con su techo de madera que realmente es impresionante y la zona del bar también es espectacular con un par de salas para televisión y lectura y otra con mesa de billar, a parte de la terraza cubierta para tomar algo junto al jardín.

Nombre: Parador de Argómaniz
Dirección: Ctra. N-1, km 363 - 01192
Ciudad: Argómaniz
Provincia: Álaba
Página oficial: Parador de Argómaniz
Estrellas:     
Apertura: 22-marzo-1977, reformado en 2009
Num. habitaciones: ¿?
Construido: siglo XVII
Tipo: Palacio
Alojado: 11-02-2012 (1 noche habitación 304)
Visitado: 11-02-2012, 17-07-2011
Visitable: bar y restaurante
Folleto del Parador: PDF
Lamina: SI ?.00 €

El Parador de Argómaniz es un elegante palacio renacentista que contempla desde esta pequeña localidad a escasos kilómetros de Vitoria la llanura alavesa, la Sierra Gorbea y el pantano Ullibarri Gamboa. Lugar agradable, tranquilo y relajante, es una opción inmejorable tanto si escapas del ruido de la ciudad como si lo eliges para pasar tu estancia mientras visitas la hermosa Vitoria, y disfrutas de la gastronomía y los vinos de La Rioja Alavesa. No te costará relajarte en las zonas de lectura o en la terraza, y encontrarás delicioso comer en el restaurante bajo sus espectaculares techos de madera. Los senderos de los alrededores invitan al paseo relajado, y el pantano ofrece sus orillas para sentarse a escuchar la naturaleza y contemplar las pequeñas olas que se forman en el agua. Aquí gozarás de esa paz y tranquilidad que sólo el campo sabe transmitir.

El Parador de Argómaniz es la mejor opción para descansar cerca de Vitoria, pero también para visitar la ciudad, a tan solo 15 minutos en coche. Vitoria, moderna e histórica a la vez, cuenta con un casco antiguo precioso, declarado Conjunto Monumental y que conserva intacto su trazado medieval. El encantador barrio tiene forma de almendra y te encantará deambular por calles como la Herrería, Zapatería o Pintorería, que recuerdan los gremios artesanos de antaño. Pasear por el cinturón verde que rodea la ciudad te permitirá contemplar los restos de su muralla y la característica silueta que dibujan las cuatro torres de las iglesias de San Miguel, San Pedro, San Vicente y la Catedral de Santa María.

Si no lo has hecho ya, aquí sucumbirás a los vinos de La Rioja Alavesa, a su textura, su olor y su exquisito sabor, y los acompañarás con elaborados pintxos en bares y terrazas de la ciudad, o en nuestro Parador, donde te esperamos con la mejor cocina y, como de costumbre, un excelente servicio.

NOTA
Texto sacado de la web del Parador.

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